La gestión emocional es la capacidad de reconocer, aceptar y regular nuestras emociones para alcanzar nuestros objetivos. En la actualidad, la autonomía laboral es una de las grandes habilidades del futuro y los líderes están priorizando talentos que cuenten con un desarrollo emocional.
La autogestión emocional es muy importante para poder tener una conversación empática, respetuosa e inteligente con nuestros pares, también nos ayuda a adaptarnos a los cambios y a lograr ser flexibles dentro de los entornos de trabajo.
Como resultado de esta buena práctica, al tener equipos que tengan madurez emocional para trabajar de forma inteligente se hace mucho más fácil construir un buen el clima laboral, asimismo se ve reflejado en los balances financieros de la empresa. Sí, tal cual, cuando trabajas con personas que saben gestionar sus emociones, es porque también han aprendido a gestionar su tiempo, de esta forma no desperdician energía en comportamientos tóxicos, son más proactivos, más responsables, resolutivos y productivos, transformándose así en sus propios líderes.
En el contexto de llevar el estrés y la ansiedad laboral a casa, conocer estas buenas prácticas puede ayudarnos a manejar esas emociones de manera efectiva para evitar que afecten negativamente a nuestra familia y el tiempo que pasamos con ellos.
Aprender a manejar esta situación es una excelente herramienta para el autoconocimiento y nos permite tomar decisiones basadas en nuestro bienestar.
¿Cómo se puede desarrollar la gestión emocional en entornos laborales?
Existen muchas formas de desarrollar las habilidades de inteligencia emocional dentro de la empresa. Este conjunto de estrategias ayudarán a que tus colaboradores sean más felices en el trabajo y tengan más éxito en sus tareas.
- Acepta tus emociones: Entender y admitir lo que estás experimentando es el primer paso para manejar tus emociones. Reconoce si sufres de estrés o ansiedad laboral, no trates de negarlo ni reprimirlo, por el contrario, ser consciente de lo que estás sintiendo en todo momento, acepta tus emociones, sobretodo las negativas y no te juzgues por sentirte como te sientes.
- Identifica las causas: Trata de distinguir las causas del estrés o ansiedad laboral y cómo estas se relacionan con tus pensamientos, emociones y comportamiento. ¿Es una situación específica en el trabajo? ¿Es una carga de trabajo excesiva? ¿Se debe a un mal clima laboral?
- Establece tus límites: Delimitar la vida laboral y personal. Trata de dejar el trabajo en el trabajo y no llevarlo a casa. (También incluye los pensamientos laborales durante tu tiempo de descanso)
- Práctica técnicas de relajación: Prácticas como la meditación, la respiración profunda, respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, mindfulness o el yoga pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Es importante poder tener atención plena para lograr entender tu conciencia emocional.
- Exprésate: Tener conversaciones con un amigo, familiar o terapeuta puede ser útil para procesar sus pensamientos y emociones. Fomenta la comunicación abierta y el feedback con tu equipo de trabajo, trabajen en conjunto para alcanzar los objetivos a través de escucha activa y la empatía.
- Adopta un estilo de vida saludable: Una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente sueño pueden ayudar a mejorar su bienestar emocional.
Características de la inteligencia emocional que se aplican al trabajo:
- Auto-conciencia: Ser consciente de sus propias emociones y cómo afectan su comportamiento y decisiones en el trabajo.
- Auto-gestión: Ser capaz de manejar y controlar sus propias emociones para evitar reacciones impulsivas o inapropiadas, sobretodo en situaciones de alto estrés.
- Empatía: Ser capaz de entender y responder a las emociones de los demás, lo que puede mejorar las relaciones y la comunicación en el lugar de trabajo.
- Habilidades sociales: ser capaz de trabajar eficazmente en equipo y manejar conflictos de manera efectiva. Poder influir, asesora y trabajar en equipo con otras personas.
- Toma de decisiones: Ser capaz de tomar decisiones informadas y estratégicas teniendo en cuenta tanto los aspectos cognitivos como emocionales.
Es primer lugar, debemos tener en cuenta que la autogestión emocional es un proceso continuo y requiere práctica y dedicación, esta habilidad es fundamental para motivarte a alcanzar tus objetivos en el camino laboral, personal y familiar.
Cuando alcanzamos una mayor conciencia y control de nuestras emociones podemos
- Responder de forma positiva a los retos y fracasos.
- Adaptarnos a los cambios de forma más fácil.
- Mejorar la comunicación contigo mismo y los demás.
- Evitar padecer estrés y ansiedad.
Después de conocer un poco más sobre la gestión inteligente de emociones y cómo esto puede afectar a tu fuerza laboral, ¿Has notado que tus equipos carecen de una buena gestión emocional?¿Necesitas ayuda para tener colaboradores más productivos y eficientes? ¡Hablemos!